¿Por qué? ¿Por qué me dices mentiras en mis sueños?... Apareces así, entre medio de las nubes y me susurras palabras que no son reales, ni para este mundo, ni para el otro...
¿Por qué? Cuando me decido a olvidarte apareces en un sueño y me dices exactamente la misma pregunta que me hago yo, y te corrijo, y te digo que es al revés, que esa pregunta la tengo que hacer yo, entonces me dices con un tono risueño, cierto, y te vas...
¿Por qué? Dime... ¿Por qué esta misma noche, cuando ya me había decidido a hacerme a un lado y dejar pasar el tiempo te apareces en mis sueños, y me dices que no me detenga, y otras palabras más que al parecer se borraron pero siguen clavando mis sienes?
Y ahora...
Dime...
¿Por qué?
¿Habiendo mil sueños crueles?
¿Tuve que soñar aquel sueño?
Tú llegabas... y era un beso... nada más que eso...
un beso... el sueño más cruel,
el sueño más irreal...
Y ahora mi real pregunta:
¿Qué hago con todo esto?