Sufre por cada rincón buscando una razón, un juramento,
que lo haga ver el motivo de tanto dolor.
Hay seres que nacen para ser atacados,
Hay seres que nacen con el corazón desafinado...
Nadie conocía su secreto,
y vagaba por los pasajes tratando de comprender,
por qué él y no otro,
maldito por la lengua de los dioses,
que no le dieron espacio a su corazón desatinado.
Desatinado porque amaba a otro,
que no tenía que amar...
Sueño doloroso de los que nacen para amar de esa forma,
sueño doloroso de los juzgados, los débiles, los inválidos...
Se torturaba por amar a Héctor, el muchacho que pasaba cada mañana a dejarle la correspondencia...
Correspondencia incorrespondida de este perdido...
El perdido buscaba una respuesta a su cuetión,
no se sentía mala persona como todos le hacían ver,
no se sentía nada, la verdad.
Se buscaba a si mismo en antros de perdidos, donde el arcoiris era emblema y lady gaga un himno...
Se buscaba pero no se encontraba... él no era parte de ese mundo.
Él no era parte de ninguno.
Escarbaba en su alma y veía que no era distinta de la de otros... Su conducta, su forma de ser, su ropa sobria, todo era como el de todo el mundo...
No cabía en el saco colorido del estereotipo...pero tampoco cabía dentro de su propia sociedad...
No cabía en ningún lado, sólo en su mundo azul...
Perdido en el azul...seguía buscando.
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¿Por qué el señor crea a seres de ese tipo?
Seño dios, odiador de los perdidos, balanza magistral que tortura y ciega bajo sacramentos...
¿Por qué diste vida a este humano irracional?
Corazones apacigados a la orilla de un río...
Jamás amados,
Siempre odiados
Por los siglos de los siglos,
Amén.
Amén, o ¿Amen? No sé cual de las dos resultaría para este caso.
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No hay reglas para este juego...
El amor es ciego, pero a veces dan ganas de arrancarle sus ojos vacíos...
La conclusión siempre será la misma...
El perdido no sólo terminará por renunciar a su amor antinatural, sino que comenzará a odiarse a sí mismo, y su odio será tan grande que le volcará el alma en su desilusión...
Al final morirá en vida, se le apagará la vista y el señor lo perdonará...
...
Eso, señores. Sigamos aniquilando vidas que viven de otra forma. Sigamos odiando y no demos espacio a la diversidad...
El amor es una máscara de la procreación...
Lo único que nos importa es perpetuar la especie,
cualquier desvarío es antinatura, y debe desaparecer...
De esa forma seguiremos con la triste elegía del perdido, del pobre e infeliz maricón tapado...
Salud por eso!
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