Fractum ad Libra

 No sé cómo explicar una desazón de este tipo.
 No hay sabor.
 No hablo de comida.
 Hablo de que...
 Da lo mismo.
 Me bastó un segundo de imagen para reconectarme con toda esa cadena de ilusiones, de enredos, de sufrimientos...
 Vuelvo a la conclusión original.
 No te quise, punto.
 Todo intento de pensar lo contrario es ofrecerle una chance a esa rueda ridícula. Me quiere atrapar. Me quiere atraer hacia su centro vacío de nuevo. ¿Por qué tendría que darle el gusto? Ahora que respiro un poco de tabaco ajeno (y familiar), me templo.
 No te quiero.
 Solo quiero esa sensación de estar en el círculo atrapado.
 Es un deseo masoquista, una rabia interna conmigo mismo.
 No corresponde. Si quiero trascender tengo que ser más fuerte que todo eso.

 Me suspendo de eso.
 Mis pies no sirven para hacer círculos desde el suelo, sentado.
 Los de mis compañeros sí. Los míos no...
 Mi vida no está hecha para el círculo ni para sus ilusiones.
 Soy más que eso...
 Y estoy aprendiendo. No puedo darme el tiempo en distracciones tontas.

 NO TE AMO
 NO TE AMÉ
 NO TE EXTRAÑO
 SOLO ME EXTRAÑO A MÍ PRETENDIENDO QUE TE QUERÍA