De pronto me doy cuenta de que no era el mío. Así, sin más. Otra vez la fórmula falló: uno de los factores era el mismo...y no es culpa de nadie, es hora del cambio...
Creo que el perfume de una rosa me está moviendo. Es una mujer imaginaria. Siempre creyendo en ella, terminé por olvidarla. Viré en noventa y me alejé. Pero tuve que volver, porque el corazón me lo pide.
Algo me hace volver a creer en esa feminidad imperfecta que me llene de felicidad. Acaso hay en el mundo una mujer simple, dispuesta a que un hombre complicado la adore y ame más allá de lo físico? Existe esa mujer que no es caprichosa y que quiere que la valores como una mujer, como un alma, y no como un pedazo de carne?
Si esa mujer existe, la espero, para que hablemos, nos ríamos, nos miremos y veamos qué pasa...
Exijo un cambio,
Volver al centro,
Porque yo no era así...
Y nunca lo fui...
No lo soy...
Y por eso vuelvo a creer...
En el otro camino pude haber encontrado la perfección, pude haber rozado la esencia del amor más poderoso, pero algo falla... No es mi mundo, y no es un mal lugar para vivir, sólo que a mí me corresponde vivir mi verdad, no la otra...
Punto Aparte,
seguido. Y final.
Exijo volver a esa mujer idílica... imperfecta pero idílica... Con un corazón sincero y con la belleza plena que involucra el simple hecho de ser persona.
