Mis otros blogs:

sábado, 22 de diciembre de 2007

Querida, se murió el perro

I
(Una sala vacía hay solo un par de sillas, dos personas miran hacia al frente, conversan, Ella mira a El y lo empieza a consolar)

Ella: -Mi amor…no te desesperes, no tienes la culpa de que nos hayan embargado los muebles…

Su Marido: -¿Cómo que no?...ya estoy arto de estas humillaciones…

Ella: -Pero querido, después de tiempos malos nunca faltan los buenos…

Su Marido: -¿Y tu crees que voy a quedar contento con un proverbio tan tonto como ese? Llevamos ya mucho tiempo sin que nada bueno pase. Tengo que contarte algo

Ella: -¿Qué?

Su Marido: -Se nos ha muerto el perro…

Ella: -¡Que Dios nos socorra!¿Cómo pudo pasar eso?

Su Marido: -Fue la neumonía, el veterinario no me quiso atender gratis…

Ella: -¡Dios Santo! ¿Y el gato cómo esta?

Su Marido -Ya no esta con nosotros…

Ella: -¡Que terrible! ¿También se murió?... esto no puede estar pasando, no a nosotros…

Su Marido -No querida, él no ha muerto, es que se fue en busca de aventuras…

Ella: -¿Cómo es eso, un gato de parranda?

Su Marido -no, no dije de parranda, de aventuras, es distinto.

Ella: -ah…

Su Marido -¿Dónde está Camila?

Ella: -¿Qué Camila?

Su Marido -Nuestra hija…

Ella: -ah…ella…parece que esta jugando en el patio con el perro…

Su Marido -¿Cómo, si el perro está muerto?

Ella: -Cierto, entonces está dando de comer al gato

Su Marido -¡Mujer! ¿No te he dicho acaso que el gato ha muerto?

Ella: -No, nunca lo hiciste…

Su Marido -Si, lo acabo de hacer…

Ella: -Por eso nunca nos entendemos, tu siempre andas mintiendo…

Su Marido -Mejor no hablemos más del tema… ¿Cómo vamos a recuperar los muebles?

Ella: -Pues pagando las deudas, querido…

Su Marido -¿Pero cómo vamos a hacerlo si hoy me despidieron?... ¡ya sé! ¡Tú podrías trabajar!

Ella: -Olvídalo, querido….

Su Marido -¿Y por qué no? En momentos como este es cuando debemos probar la solidez de
nuestra relación…

Ella: -¿Pero de qué solidez hablas si tu nunca has estado aquí en casa? Yo tuve que criar sola a mis tres hijos y tu nunca estuviste para ayudarme…

Su Marido -Querida, no son tres hijos sino cuatro los que hemos tenido…

Ella: -¿Cuatro? Me parece que son menos…

Su Marido -Son cuatro: Camila, la mayor, luego viene Camila, la segunda, luego de algún tiempo el doctor nos anunció que tendrías gemelas, y ahí nacieron Camila y Camila…

Ella: -Es cierto… ¿Por qué se llama Camila la mayor?

Su Marido -Porque tú te llamas Camila, querida…

Ella: -Es cierto también… ¿Y cómo es que te llamas tu querido? Es que en todos estos años nunca se me había ocurrido preguntártelo…

Su Marido -Mi amor, nunca te lo he querido decir, la verdad es que me apena un poco, la gente siempre se ría de mí, por eso nunca quise decirte mi nombre…

Ella: -No temas en decírmelo, por eso llevamos treinta años de matrimonio…

Su Marido -Veinte…

Ella: -Si, veinte… ¡No cambies el tema!¡Anda, dime como te llamas!

Su Marido -Es que…

Ella: -¿Es que qué?

Su Marido -Es que…

Ella: -¡Dímelo o te doy con un ladrillo en la cara!

Su Marido -esta bien querida…mi nombre es…

Ella: -¿si?

Su Marido -es…

Ella: -¡Siiiii!

Su Marido -¡Camila! ¡Me llamo Camila! ¡A pesar de que soy hombre me llamo Camila!

Ella: -No tiene nada de malo querido…

Su Marido -¿En serio piensas eso?

Ella: -Si, aunque Camila es un nombre muy feo, no me gustaría llamarme así…

Su Marido -Querida, tu te llamas Camila…

Ella: -Cierto… ¿Por qué esa cara? ¿Todavía piensas en los muebles? Insisto no es culpa tuya
que nos hayan embargado los muebles, la culpa la tiene tu jefe. El fue el que te despidió porque no trabajabas y porque quisiste tener un amor secreto con su esposa del que todos supimos. Tu jefe tiene la culpa, porque el nunca quiso entender tu sentido del humor, cuando le escondías los expedientes y los superiores lo sancionaban, el nunca fue capaz de reírse de mismo y disfrutar cuando lo ridiculizabas en las reuniones…tú no tienes ninguna culpa querido, la culpa la tiene tu jefe…

Su Marido -En realidad, el mundo no está preparado para una persona tan afable, tan fina, tan
única, tan simpática como yo…

Ella: -¿Ves que es así?... ¿Qué vamos a hacer para solucionar el problema?

Su Marido -Pedir un préstamo para…

Ella: -No, no hablo de eso, hablo de lo del perro…

Su Marido -Cuando solucionemos esto buscaremos otro…

Ella: -Tiene que ser muy parecido al que se murió…

Su Marido -¿Cómo era el que se murió?

Ella: -Era muy lindo, único, precioso, tenía cuatro patas, una cola, una cabeza con dos ojos, dos orejas y muchos dientes, creo que era así como te digo, si, tengo la seguridad de que era así…

Su Marido -No creo, no lo recuerdo así, lo recuerdo distinto…bueno mañana a primera hora tendrás el perro…

Ella: -¿No puede ser para pasado mañana?

Su Marido -No, no puede…

Ella: -¿Por qué?

Su Marido -Por que no…

Ella: -Dame un motivo con fundamentos, querido…

Su Marido -No hablemos más de esto…

Ella: -¿Por qué siempre me haces esto?

Su Marido -¿Qué?

Ella: -Esto…nunca terminamos una conversación, siempre me cambias el tema, estoy harta de que no me tomes en cuenta…

Su Marido -Pero…

Ella: -¿Pero qué? Yo soy una esclava tuya, trabajo como una tonta, desde que sale el sol hasta que se esconde, sufro mucho, me ha costado tanto criar a mis dos hijas…

Su Marido -¡Cuatro!

Ella: -ah si…a mis cuatro hijas…estoy deshecha… ¡Me voy a lanzar a la vida! ¡Voy a vestirme de seda! ¡Voy a ser la bella estrella que era antes de conocerte a ti!

Su Marido -¿De qué hablas? Tu nunca has hecho nada por ninguna de nuestras Camilas…te lo llevas todo el día sentada viendo telenovelas ¿Y vienes a llenarte la boca con mentiras? Yo soy el que ha hecho que nuestras niñas sean lo que son hoy…Yo soy el que trabajo como loco… ¡Aquí yo soy el esclavo!

Ella: -pero…pero…pero…

Su Marido -¿Pero qué?

Ella: -La verdad, querido, es que nunca te he visto salir a trabajar…

Su Marido -¿nunca nunca?

Ella: -si, nunca nunca.

Su Marido -Qué extraño… ¿estás bromeando?

Ella: -No…esta vez no…

Su Marido -Tienes razón, nunca salí a trabajar, yo trabajo en casa…

Ella: -¿Y qué es lo que haces?

Su Marido: - no sé, algo debo hacer…

Ella: -me parece extraño…

Su Marido -¿Qué?

Ella: -Que nunca sepamos nada…entonces tú no trabajas…tú tienes la culpa de que nos hayan quitado los muebles…

Su Marido -No, no es mi culpa, tu misma lo dijiste antes…

Ella: -Si, lo dije porque estaba loca, ahora estoy recuperando la lucidez, me arrepiento de haberte conocido, no me gustas, tu nombre, tu cara, tu pelo, hasta nuestras hijas, son todos patéticos por tu culpa. Nunca hiciste nada por nadie, ni por ti mismo, por eso perdimos todo. Tu tienes la culpa de que yo sea fea, por tu culpa nunca me cuidé y ahora soy un estropajo, nunca más volveré a ser esa joven tan preciosa que era antes. Tu tienes la culpa de que Camila, la mayor sea drogadicta, tu tienes la culpa de que las gemelas Camilas sean, la una cleptómana y la otra ninfómana y tu tienes la culpa de que la última Camila, en la que depositamos todas nuestras esperanzas haya estudiado derecho cuatro años, se haya casado con un ministro y se haya ido para nunca volver, porque nunca supiste darle valores…

Su Marido -¡Ese era tu trabajo!

Ella: -No, era de los dos y estoy muy arrepentida, ¿Pero qué puedo hacer?... ¿Sabes que puedo hacer? ¡Culparte! Tú tienes la culpa de que el perro se haya muerto y de que el gato haya salido en busca de aventuras con la gata Penélope…

Su Marido -¿Y según ti de qué más tengo la culpa?

Ella: -De que yo sea tonta, de que el mundo esté en guerra, de que el cartero me haya robado mi enano de jardín, de que el bombero no haya podido salvar la casa de mi vecina, también tienes la culpa de que el vecino de al frente esté soltero, tu tienes la culpa del agujero en la capa de ozono, tu tienes la culpa de todos los terremotos, maremotos, huracanes, guerras, pestes, plagas, fríos, fiebres, dolores de espalda, virosis, migrañas y muertes en el mundo... ¡Es cierto porque nunca te pusiste los pantalones!... temo decirte esto, pero ¿Sabes?... YA NO TE AMO…

Su Marido -¡Tienes razón querida! ¡Ya no puedo soportar esta situación! ¡Pásame el matamoscas!


4 comentarios:

Volantina dijo...

Como hoy me levanté menos piti xD, me di el gusto de leerte...
Bueno, al principio yo creía que el jefe era el culpable...pero suongo que ella tiene razón
ÉL ES EL CULPABLE!
Camila es el culpable que todas las Camilas tengan una vida miserable...
(o a lo mejor son varias personalidades que se culpan las unas a las otras :O)
Me está dando la paranoia...
pero gracias a ti, nunca me casaré con un Valentina, ni les pondré así a mis hijas xD

Saludos!
Bienvenido eres a mi blog, y mandame el link del tuyo cuando quieras^^

Volantina dijo...

*supongo

Unknown dijo...

Notable...realmente notable...
Un gusto leer este tipo de post en un blog...
Saludos

Laura dijo...

camila nunca se quiso hacer responsable de sus actos, por lo que siempre culpaba a camila. o al jefe. o al perro o al gato.

salu2
cuidate!