y le dijo...

entonces divagaron por los senderos hóspitos de aquel sueño...
caminaron por diferentes lugares...
por la tierra verde del sur, por la nieve blanca de la cordillera,
pronto llegaron a un punto construido de asfalto...
un cuadrado de cemento...
y se dijeron adiós...
el payaso le dijo algo antes...
la payasa miró...
le dijo: ya no te quiero...nunca te quize, desde el comienzo...
ella sintió como un cántaro de hielo se derramaba en sus ojos...
la verdad - dijo él - es esa, desde el comienzo fue asi, nunca te quize, porque querer es una palabra muy pequeña para describir todo ese cariño que estoy sintiendo...es mucho más del que creí que debía ser...
¿Y es que acaso existes princesa de los sueños?
¿O es que quiero que existas y me conformo con tu presencia etérea?
frágil, suave, es todo esto...tan así que puede ser burlado fácilmente por cualquiera...
Es un sentimiento tan indescriptible, tan ridiculo, tan...
no se si se entendieron...
a lo mejor si...
a lo mejor no...
entonces se despidieron...
adiós...
adiós...
nos vemos en los sueños nuevamente...
nos vemos en los sueños nuevamente...
entonces cada cual siguió su rumbo...
y fue un adiós indefinido, muy feliz...
el payaso llegó hasta abajo del sauce y se sentó...
todavía sentía ese sabor a frutas que nunca había sentido...saboreó el recuerdo...