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lunes, 20 de junio de 2011

Manifiestos suicidas.

Es la muerte. Otra parte más de la vida.
El otro día iba caminando y pensando en esto. Qué manera más imponente de mostrar tu ejercicio de plena libertad que elegir tu propio fin? El suicidio. Muchos dicen que es un acto de cobardía, pero yo me considero más cobarde, por no haberlo hecho cuando quise hacerlo. Y es que... acaso no habla de valor,de coraje, el hecho de superar tu propio miedo a la muerte, a lo incierto, al fin?
Pensé en eso y me dije que el suicidio no era para mí, pero su poética sí. Me atrae narrarlo, describirlo, imaginarlo.
En todo caso, un suicidio tiene que ser ejemplar, belleza pura. No puede ser un simple acto de morir, eso es matarse nada más... el suicidio tiene una melodía especial. La misma palabra suicidio en sí tiene un sonsonete precioso... la "u" y la "i" constantes pasan con un soplido leve por el oído, como navajas delicadas, frágiles, pequeñas... como rasguñar un vidrio (o quemar a un murciélago con un cigarro).
Respecto a las formas de suicidio, me da pena que se haya difamado tanto el de cortarse las venas. Se le considera una muerte muy cliché, muy "emo", muy cebollera. Y me da lata que sea así, debido a que la considero una muerte encantadora.
Cuando cortas tus venas en una tina, mejor aún, ya que el agua se tiñe de rojo. Entonces te rodeas del líquido vida, y creas una muerte impactante, muy similar al parto... Naces bañado en sangre... y mueres bañado en sangre...
No sé si estos modos de morir sean dolorosos, y créanme que no estoy para nada interesado en hacerlo. Aunque a veces he sentido la tentación de saber, qué es lo que piensa un ahorcado mientras se le va el aire, o cómo se siente caer por un precipicio, el segundo previo a desparramar tu ser en el concreto.
La muerte me llama la atención. Años atrás, un compañero de curso se suicidó. Recuerdo que él era muy alto, demasiado. Por lo que oí se ahorcó atrás de su casa, en el patio. Lo curioso, es que, en primer lugar, nadie sabe cómo es que la parra donde puso la cuerda resistió. Y me imagino que no quedó suspendido. Me imagino que como él era alto podría perfectamente haberse zafado de la horca, que quedó en cuclillas, pero no lo hizo. Esa es una idea mía, en verdad, es que no vi el lugar dónde lo hizo. Pero otra vez veo una poesía suicida encantadora. En el momento en que me lo imagino dejándose llevar. Muriendo poco a poco, sabiendo que bastaba con intentarlo para salvarse, pero, salvarse de qué? Si la vida ya no le llamaba la atención... Pero en verdad, no sé. Lo veo muy improbable. Se me ocurre que no ha habido ahorcado en toda la historia, que no haya tratado de devolver el tiempo y no morir.
De ese compañero, no vi su rostro en el ataúd. Me negué a entrar a la capilla. No me gustan los funerales de gente que no me quiso o a la que no conocí, lo considero una falta de respeto para el fallecido.

Aunque además de llamarme la atención, la muerte me espanta. Me da pánico, dolor de cabeza, frío. Ése es mi principal motivo para relegar mis manifiestos suicidas a mis personajes, a mis ficciones. Yo no puedo morir en esas condiciones, tengo muchas historias que alumbrar...
Luego sigo escribiendo de mi musa funesta...

Aunque antes...dejo bien claro que la vida es preciosa. Y a pesar de que puedo ver lo poético en el espanto evidente de la muerte inducida, recalco que no vale más que seguir viviendo... Seguir viviendo, aunque sea sin un norte claro, es estar abierto a que la vida te sorprenda... Y ella SIEMPRE te puede sorprender. SIEMPRE...
Vivimos en la más tierna de las cajas de Pandora...

1 comentario:

JESS_ANGELROJO dijo...

La visión suicida es hermosa... aunque impactante…

Leía mientras escuchaba la canción que dejaste en tu blog “Te Odio”…. Da un efecto extraño al leer tus letras, y confieso que descarnadamente me enojaba tu sentir entre abatido, ya que se perfila más allá de aquello una curiosa criatura, de agradable y profunda, quizás muy profundas emociones… Una sensación parecida quizás a la contradicción de la canción… me disgusta, y me encanta… En realidad quizás es por la profundidad y descarnadas emociones, dice más un te amo, pero soy egoísta y no se amar sin querer que estés aquí y me correspondas… Algo difícil… sin duda…….. Siempre he creído que el enojo es una tristeza muy muy profunda, sea consciente o no…

A veces es más difícil y hermoso un suicidio hacia la vida… Como sin importar los demás, seguir, disfrutar y amar…

Quizás es bañarse de esa sangre en aquella tina, con el corazón aún latiendo…